Calla, baya delatora
Que con tus labios de Mirtilo
Has teñido lo que me queda de alma
Y ahora, que estoy ebrio
De licor de Camemoro
No puedo distinguir ni mi propia cara
En mitad de la madrugada
Siento que caigo, de a pedazos
Sobre las teclas del piano
Y una melodía ponsoñoza
Se apodera de mis oídos
Vaya baya devoré la noche aquella
Brillante, dulce, venenosa
Me veo vertido de un instante a otro
En un pote de mermelada
Que disfrutas sin pena alguna mientras ves la tele
original y punzante.
ResponderEliminarTu sigues con tu rima ligera y espontánea.
ResponderEliminarCosa que me entusiasma.